La Organización Mundial de la Salud elevó el pasado 11 de marzo de 2020 la situación de emergencia de salud pública ocasionada por el COVID-19 a pandemia internacional. La rapidez en la evolución de los hechos, a escala nacional e internacional, requirió la adopción de medidas inmediatas y eficaces para hacer frente a esta coyuntura. Las circunstancias extraordinarias que concurieron constituyeron, sin duda, una crisis sanitaria sin precedentes y de enorme magnitud tanto por el muy elevado número de ciudadanos afectados como por el extraordinario riesgo para sus derechos.

Para hacer frente a esta situación, grave y excepcional, fue indispensable proceder a la declaración del estado de alarma.

Una situación que conllevó como principal medida la imposición de una cuarentena nacional para reducir el contagio. Esta cuarentena por coronavirus obliga a todos los españoles a mantenerse encerrados en sus residencias habituales. Las excepciones a esta medida pueden darse a la hora de ir a comprar alimentos y medicinas, acudir al puesto de trabajo (solo trabajos y actividades esenciales) o atender emergencias. La pregunta que todo el mundo se hace ahora es hasta cuándo estaremos confinados en nuestras casas.

El sábado 4 de abril, el Gobierno amplió por tercera vez el plazo de 15 días del estado de alarma, prolongando este hasta el próximo día 26 de abril. Sin embargo, son muchas las voces que aseguran que antes de ese día el Gobierno volverá a prolongar el estado de alarma unas dos semanas más.

La Iglesia en España se moviliza ante la emergencia sanitaria y las consecuencias sociales de la pandemia del Covid-19 y moviliza todos sus recursos para ofrecer servicio, acompañamiento, ayuda y oración a todos los afectados y a toda la sociedad, para servir al bien común.

Estas más de 300 iniciativas de la Iglesia en las diócesis atienden necesidades pastorales, espirituales, sociales, asistenciales, educativas y de entretenimiento ocasionadas por el confinamiento. Además, al final del documento, hay enlaces con otras instituciones de la Iglesia. El listado se irá cada día actualizando.

La Diócesis de Tenerife realiza sus acciones sociales como las siguientes:

Alojamiento. En la zona Norte, y en colaboración con la Concejalía de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz, se ha proporcionado alojamiento temporal a 18 personas en situación de alta vulnerabilidad social.

Parroquia virtual. Cada domingo, la parroquia virtual ofrece distintos materiales para vivir los diferentes aspectos de la fe: para jóvenes, adultos y Cáritas. Propone cada fin de semana, a la luz de la Palabra de Dios, unas catequesis para distintas edades denominada Catequesis en Cuares-Tena.

Proyecto Unidades Móviles de Atención en Calle (UMAC). Con la ayuda de algunas comunidades parroquiales, sacerdotes y voluntarios, se están entregando kits de higiene, alimentos, mantas y sacos de dormir, así como agua potable a personas sin recursos en el norte y sur de Tenerife y en la isla de la Palma.

La Pontificia, Real y Vble. Esclavitud del Stmo. Cristo de La Laguna, realiza dentro de su acción social una ayuda urgente a los centros de mayores del Hogar del Stmo. Cristo de La Laguna, Hogar Virgen Poderosa y al Hogar de los Hermanos de Belén, de material higiénico y sociosanitario, distribuyendo casi medio millar de papel de manos; mas de ciento cincuenta protectores absorbentes; sesenta mil pañuelos desechables; veinte mil servicios desechables; cincuenta litros de productos de aseo y seiscientos litros de desinfectante alcohol y gel hidroalcólico.

En definitiva, esta Esclavitud del Stmo. Cristo de La Laguna, se ha volcado en esos días en aportar todo lo que pueden para mitigar los problemas de algunos colectivos, incidiendo en colaborar en todo lo posible a las distintas necesidades del momento.

A continuación un video sobre lo reacaudado en este tiempo tan necesario: