Los actuales estatutos de la Esclavitud, como Asociación religiosa de caballeros, es fin principal y específico de la Esclavitud “Promover entre sus asociados una vida cristiana más perfecta, el ejercicio de obras de piedad evangélica y el incremento de la devoción y culto a la Sagrada Imagen de Nuestro Señor Crucificado", traída a esta isla por el Primer Adelantado Mayor de Canarias, Don Alonso Fernández de Lugo, y que desde entonces ha recibido constante veneración popular en su capilla, que fuera primer Convento de la Orden Franciscana en Tenerife, denominado San Miguel de las Victorias.

Este fin los desarrolla nuestra Esclavitud de un modo muy especial manteniendo abierta al culto el Real Santuario de San Miguel de las Victorias durante todos los días del año, ofreciendo el Sagrario y las Sagradas Imágenes para la oración de los fieles y devotos. Pero también administrando desde este templo los sacramentos, en especial el de la confesión, o celebrando dos eucaristías diarias, con especial relevancia en los festivos de precepto y en los viernes, día tradicionalmente dedicado al Señor. Indudablemente el culto más participado de todos los que mandan los estatutos de la Esclavitud, es su anual Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral de La Laguna en la madrugada del Viernes Santo (“procesión de madrugada”) y para el Solemne Quinario (“Fiestas mayores del mes de septiembre”).

También es fin primordial de la Esclavitud ayudar a sus miembros a un crecimiento de su vida cristiana mediante la adecuada formación espiritual y respondiendo al carácter que inspiró su fundación y procurar suscitar e inspirar a los mismos el sentimiento penitencial que debe presidir la vida del cristiano, para identificarse con Cristo y poder ser testigos de su resurrección.

 Y es igualmente fin primordial de la Esclavitud el ejercicio de la Caridad Cristiana, entendida en su más amplio sentido, como manifestación del Amor, fomentando los vínculos fraternos entre sus miembros y desarrollando obras asistenciales y de caridad. Este fin del amor y la Caridad Cristiana lo lleva fomentando la Esclavitud, institución fundada en 1659 para atender las necesidades acuciantes y básicas de las personas y familias que atraviesan necesidades de cualquier índole material.